Fraude ecológico en la industria automotriz


Fraude ecológico en la Industria Automotriz: ¿Otra vez problemas de Gobernabilidad? Por Nicolás Jerkovic

Pasan los meses y sigue sonando la noticia del fraude ecológico de una de las mayores automotrices del mundo, que ahora enfrenta una demanda del Gobierno de los Estados Unidos, que acusa a Volkswagen de delitos medioambientales por el escándalo de la manipulación de casi 600.000 de sus vehículos para evitar el control de emisiones contaminantes. Así, la denuncia pone en jaque otra vez al mundo corporativo, y ya le hizo jaque mate al CEO de esa empresa al tener que renunciar en Septiembre de 2015.
Lo que paso con la automotriz podría encuadrarse como un problema de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) dentro del Gobierno Corporativo, es decir, un problema de gobernabilidad y adecuada definición de prioridades estratégicas por parte de la empresa que hacen a su éxito económico en función de la RSE. El compromiso con la RSE por parte de los máximos órganos de decisión y administración hacen a su efectividad y relevancia estratégica. Pero este compromiso no debe dejarse sólo a la voluntad y buenas intenciones de las personas, sino que debe ser ayudado por estructuras organizacionales y sistemas de incentivo que lo acompañen. El diseño de esto último dependerá de la estrategia y relevancia de temas que considere la organización para su éxito. Bajo este contexto, poner en duda el compromiso tácito con el medioambiente por parte de la automotriz es una cuestión cuyo debate puede ser interminable, pero ¿qué hay de la existencia de mecanismos de gobierno corporativo que acompañen a este compromiso tácito?
Un trabajo de investigación de la Universidad de Palermo analizó las estructuras de Gobierno Corporativo de 528 Balances Sociales publicados en Latinoamérica, Caribe y España, y llega a la conclusión de que sólo el 36% muestra una estructura apropiada para considerar estratégicamente a la RSE, es decir, la mayoría no explica bien cómo se definen estos temas a nivel estructural. Es importante desatacar que la norma del Global Reporting Initiative, norma utilizada para armar estos Balances Sociales, exige la divulgación de información de Gobierno Corporativo. Específicamente pide que se detalle, la existencia de comités asesores al máximo órgano de administración en temas de RSE, y la existencia de canales de comunicación directa hacia las máximas autoridades por parte de los responsables de temas de RSE dentro de la empresa. Frente a estos resultados, ¿qué se puede pensar respecto a lo que paso con la empresa automotriz?
La RSE debe ser un tema de relevancia estratégica. Los impactos ambientales y sociales de las actividades de las organizaciones afectan directamente a la imagen y reputación corporativa. La confianza se gana en toda una vida pero se puede perder en un segundo. Entonces, si el principal objetivo de éxito en las empresas es el económico,  ¿no deberían los temas ambientales y sociales tener que ver con esta premisa de éxito?

                                                                                                     
Fuente https://www.cronista.com/columnistas/Fraude-ecologico-en-la-industria-automotriz-20160113-0011.html